¿Y SI NOS SENTAMOS A CONTAR Y ESCUCHAR A LOS ADOLESCENTES?
Hace muchos muchos años elegí trabajar con adolescentes, al principio solo era que mis compañeros cuentacuentos preferían contar historias a los niños más pequeños y como a mi no me gustaba tanto, terminaba contando a los más grandes... hasta que los descubrí, y me enamoré.
Poder escuchar con consciencia a un adolescente o pre-adolescente está relacionado por supuesto con poder mirar con amor nuestra propia adolescencia. Luego viene el aprendizaje real, el de comprender biológica y psicológicamente qué están experimentando y decidir acompañarlos en el proceso.
Todo en ellos está en un constante proceso de cambio que según cada ser se inicia a los 8, 9 o 10 años; en ese momento comienzan una serie de cambios biológicos que no comprenden y si no están acompañados por los adultos que los rodean, se vuelven vergonzosos y en algunos casos motivo de constante bullying .
Las palabras que los adultos solemos usar para definir esta etapa son: rebeldía, apatía, desobediencia, dejadez, insolencia... pues déjenme decirles, que afortunadamente esos son los síntomas que pueden expresar, si no lo hicieran, allí sí deberíamos preocuparnos.
Traten de recordar su propio cambio a esa edad, y si no es posible, imaginen que hoy siendo las personas que son, les crezca otro brazo o comiencen a sangrar de algún lugar de su cuerpo, cuando antes nunca había ocurrido... ¿cómo se sentirían?
Pues algo así les pasa a ellos... y más aún cuando sienten que no pueden comunicarlo o que cuando lo hacen, son discriminados, ignorados y ridiculizados.
No solo se experimentan cambios biológicos visibles, están viviendo el cambio físico, mental y existencial más vertiginosos de sus vidas como seres humanos. Su edad no está separada del adulto que somos hoy... por eso es tiempo de abrirnos a la generosidad y tolerancia de vivir esos procesos en compañía, en familia y con amor.
Los cuentos son una feliz y acertada compañía, desde los arquetipos que se expresan en cada historia, será más fácil y oportuno, acompañar esta etapa, sin hipocresía y con mucho amor.
Nos vemos en LLANKHAY!! (*)
(*) LLANKHAY: tocar suavemente con la punta de los dedos en lengua quechua. Es una colección de cuentos para pre-adolescentes y adolescentes, con historias que nacieron desde sus existencias reales.
mariafernandagutierrez
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