EL CUERPO EN PALABRAS

Las mañanas tenían algo intenso que le costaba explicar, solo sabía que a veces prefería despertarse antes de que el sol dibujara sombras desde el horizonte… otras, elegía cobijarse ante el nuevo día, un ratito más, pero había unas pocas mañanas que la invitaban a investigarse paso a paso. Le llevó muchas de estas últimas poder disfrutar el cuento que le contaba su cuerpo. La primera vez que lo sintió, se descubrió enredando con singular destreza un mechón de su pelo y vio que su dedo índice se volvía una “J”, una “U”, una “S” y leyó en aquel gesto: JUSTIFICACIÓN. No fue hasta la próxima mañana de revelaciones que reconoció con total claridad que su mano entera era otra palabra: SUJETAR. En ese instante supo que quería saber de qué palabras estaba ella construida, y entonces leyó en su brazo izquierdo, CORAZÓN, y en el derecho, EJECUCIÓN. Decidió al irse a acostar, dejar un lápiz y un papel junto a su cama, para escribir las palabras que su cuerpo le susurrara al despertar ...