la libroscopieria

  Aprovechando el comienzo de la primavera, en la que esperemos “soplen nuevos vientos” que se lleven los miedos, trayendo palabras y mirares nuevos, me tomo el tiempo tan merecido de reevaluar la propuesta de LEER ACARICIANDO. Cuando empezamos a escuchar sobre la larga lista de restricciones con las que comenzaríamos a vivir, mi pensamiento me llevó inmediatamente a detenerme en mi proyecto de “LEER ACARICIANDO” y mis LIBROSCOPIOS (libros tejidos). Pensé mucho sobre la conexión y el contacto al que nos invitan y en cuánto se vería perjudicada su utilización. Ya llevamos en el hemisferio sur siete meses de aislamiento y de revisar nuestros hábitos, siete meses en los que estamos aprendiendo a vivir de una manera diferente y muchas de esas reglas/sugerencias/condicionamientos/normas/leyes/pautas/códigos, nos alejaron del abrazo, de la caricia, del beso, del apretón de manos, del arrumaco, la cercanía… Entonces. Hoy desperté. Me abracé más fuerte que nunca a “LEER ACARICIANDO”, pues...