TANTICOS Y RETAZOS

 

Mi tío es escritor, y él siempre me dice que hay pedacitos o retazos de la vida de la gente que son un cuento entero.

Yo hago libros y muñecas de lana y tela, y voy guardando los sobrantes y retazos en un frasquito transparente que al mirarlo día con día, no puedo dejar de imaginar la cantidad de historias que tengo ahí… apretaditas.

Por eso hoy cuando terminaba una nueva muñeca, junté todos los “tanticos” de esto y de aquello, e intenté leerlos como si fueran un cuento.

“Había una vez una princesa a quién le faltó su espada de la mesa de luz. Bajó corriendo las escaleras para buscar al ladrón, pero el aroma del pan recién horneado la distrajo de su urgencia.

Entró a la cocina con la intención de ser ella ahora la ladrona, pero un séquito de ratones custodios del horno y sus alrededores, le cortaron el paso.  Afuera sonó un estruendo con forma de trueno amenazante y el mar embravecido dejó ver a lo lejos la pequeña embarcación de los magos, que por esas fechas, solía acercarse a la costa.

El olor del pan, la  volvió a la cocina, justo para ver cómo corría la tropa de ratones, llevando sobre sus cabezas, enormes migajas de pan de queso, directo a su cueva.

Decepcionada por haber perdido su espada y su merienda, decidió volver a su cuarto a sentarse frente al espejo y trenzar su larguísimo cabello, para que sirviera de “soga atrapa deseos” y así  llegar al barco de los magos que en ese momento pasaba justito frente a su ventana.

Por la magia de los retazos, la princesa cayó justo sobre la cubierta, en el preciso momento que la tormenta se disipaba y el arcoíris pintaba el aire de todos los colores posibles”.

Retazos, recortes, trocitos, pedazos, tanticos, pellizcos, migajas, pizcas, fragmentos, cada uno de ellos tan esencial como una bocanada de aire, tan esenciales como las palabras que se juntan en un bordado perfecto para poetizar la vida.

mariafernandagutierrez