PREMIO LEERNOS EN SAN JERÓNIMO NORTE

 Feliz y orgullosa de seguir visualizando a las personas e instituciones que nos enseñan sobre la importancia de la palabra, la inmensa necesidad de un cuento que evoque, repare y nos aliente a creer, en la ciudad de San Jerónimo Norte, provincia de Santa Fe, el pasado miércoles nos reunimos en la Biblioteca Popular Mariano Moreno para homenajear a Carina Jullier y Mónica Criscione, ambas docentes del lugar, de las cuales honro y respeto su trabajo cotidiano.

Carina Jullier es docente de nivel inicial y desde hace unos años creó en su jardín "La casita de los cuentos"; en ese lugar mágico, (una pequeña casita de juegos de madera) ella se armó una biblioteca, donde espera todas las mañanas que desfilen uno tras otro los grupos de niñas y niños del Jardín de Infantes 32 que sueñan escuchar de su voz suave y encantadora, las historias que ellos mismos eligen. Ella los espera con música suave y un lugar tibiecito que explota de historias... pero sobre todo, Carina, es consciente de cuánto se siembra en un niño con cada cuento que acompañará sus vidas para siempre.

Y en ese encuentro lleno de alegrías, también entregué el PREMIO LEERNOS a la ex directora de la Escuela Fiscal 323, Mónica Criscione.  Para hablar de ella necesitaría una semana de historias, la elección de su persona para este reconocimiento, es por muchas cosas, la principal es ser una "innovadora consciente".  No siempre es sencillo para un docente, tomar decisiones sobre cuestiones que antes no se han hecho, sin embargo, a ella no le tembló el pulso para pensar y sentir en función del verdadero interés y beneficio de los niños y las niñas de San Jerónimo Norte. La noticia relativamente triste es que acaba de jubilarse, lo que mucho lamentamos todos, ya que desearíamos que fuera una especie de inmortal que pudiera continuar tan cerca de los niños como estuvo siempre... si bien la recuperamos como "cuentacuentos"... pero queremos más!!

Uno de sus alumnos, que ya tiene 20 años, me decía el otro día: "recuerdo cuando ella, siendo la directora de la escuela, entraba en cualquier momento al aula a contarnos un cuento... nadie lo hacía como ella".

Esto recién empieza... pero me complace ir encontrando por la vida, personas, que como dijera Hamlet Lima Quintana:

"Hay gente que con solo decir una palabra enciende la ilusión y los rosales, que con sólo sonreír entre los ojos nos invita a viajar por otras zonas, nos hace recorrer toda la magia...  Hay gente que con solo abrir la boca llega hasta todos los límites del alma...hay gente que es así, tan necesaria".

En esta oportunidad, entregamos la mención "CUENTERITOS" a la niña Brenda Imsand de diez años, quién ya oficia de cuentacuentos en el pueblo y según recuerdan maestras y su propia familia, ama los cuentos casi desde que nació, animándose a contar todas las historias que caigan en su boca.