Según un estudio realizado por la UNICEF en mayo del año 2020, se calculan que nacerán aproximadamente 116 millones de bebés durante la Pandemia.
Esto podría ser solo un dato estadístico que a algunos inquietará y en otros casos no despertará ninguna incomodidad o alarma.
Libroscopiería no pretende sembrar malestar o desazón, más sí, regar las semillas que se han colocado en tierra, para que con el paso del tiempo, no mueran por desnutrición, ignorancia o manipulación. Hemos desarrollado el concepto de "LEER ACARICIANDO", y en los tiempos que vivimos donde el "NO TOCAR" se ha vuelto una convicción, parecería que un libro tejido debe salir del espectro de los niños... y adultos.
Sin embargo, hemos resuelto informarnos... nada más propicio, para seguir "regando".
¿ESTÁ CLARO?
Se han realizado experimentos sobre la privación sensorial, en jóvenes y adultos y lo máximo que se aguantó fueron dos días sin contacto humano táctil; podemos vivir sin ver o escuchar, pero no "sin tocar".
Este estudio surgió de la observación que se hizo durante la Segunda Guerra Mundial en niños que vivían en orfanatos o instituciones y que apenas eran tocados por sus cuidadores o enfermeras; en un alto grado, fallecían. La falta de contacto produce ansiedad en los niños, por eso en las instituciones hospitalarias donde carecían de afecto durante su primer año de vida, desarrollaban una enfermedad llamada Marasmo, palabra que significa "agotamiento" (hoy se lo conoce como "hospitalismo"). Sus síntomas son: no aumento de peso, falta de sueño, niños que no sonríen o conversan y apatía; todos estos síntomas pueden desaparecer cuando el niño vuelve a tener contacto afectivo.
El tacto es el sentido más primario, ya que la piel se desarrolla tempranamente y es el primer medio de comunicación del bebé en su vida intrauterina.
Un bebé de cinco o seis meses ya ha logrado discriminar perceptivamente a través de su piel casi como un adulto, por lo que si se los priva de contacto cutáneo pueden llegar, entre otras cosas, a desarrollar enfermedades de la piel. Si el contacto físico es insuficiente en los primeros años de vida, el daño será irreversible. Hay estudios que hablan incluso, que en los primeros seis meses es más importante la "cantidad" de estímulos táctiles, que la "calidad".
Entre los ocho y nueve meses, el bebé ya puede desplazarse y se vuelve más independiente, explorando su entorno. En este tiempo el bebé enriquece su repertorio táctil y descubre literalmente el mundo. Por ejemplo Piaget e Inhelder (1969), afirmaron que no es posible desarrollar la inteligencia si no se tienen bases sensoriales experienciales.
El tacto es un sentido primordial, a través de él, se puede conocer las cualidades de los cuerpos, se educa la vista, se calcula forma y distancia. Los ciegos tienen sus ojos en el tacto.
"NO TOCAR"
Según en qué sociedad se viva, esta puede ser una frase común, "no toques", entonces, no se puede tocar una escultura, ni una fruta en la verdulería, o una prenda en una tienda. Hay sociedades en que el "tocar" es un tema tabú.
En esas sociedades, muchas veces, comienza a generarse esta noción desde la primera infancia y a los cinco o seis años, se comienza a evitar la estimulación táctil con comentarios como, "ya eres mayor para que te abrace" o "no llores, eres un hombrecito". A veces las niñas prolongan un poco más el contacto que los varones, pero también esto termina cuando aparecen los primeros cambios físicos; esto ocurre porque se da al contacto físico una connotación sexual. No diferenciar la forma de tocar es una cuestión de educación, que aleja a las personas; así los niños que son reprimidos a "no tocar", sentirán que es algo malo y por consiguiente merecedores de castigo.
En las últimas décadas, el ser humano se ha ido alejando de los sentidos de contacto, como el tacto, el gusto y el olfato, y se refugia en los sentidos distantes: el oído y la vista. En este último año, esto se ha exacerbado, justificándose en una situación que conlleva la vida o la muerte, respecto a tocar o a ser tocados.
El tacto es un modo básico y primitivo de comunicación. Una mala comunicación táctil genera desordenes físicos y psíquicos, por eso han tomado auge en nuestra sociedad actual, los dispositivos "TOUCH", buscando a través del tacto relacionarnos con la tecnología, aunque esto solo aleja y aísla a los seres humanos entre sí, y seguimos necesitando la estimulación táctil humana, que es irremplazable.
LAS MANOS
Toda la piel siente y percibe a través del tacto, sin embargo, solo las manos, los labios, la lengua y la punta de los dedos, nos brindan la verdadera exploración del mundo. Esto se debe a que existe algo llamado los "corpúsculos de Meissner" y los "discos de Merkel", que son los responsables de apreciar sensiblemente el desplazamiento de cualquier objeto sobre la piel o las vibraciones muy bajas. Ambos se encuentran en mayor cantidad y cercanía en los lugares nombrados; en las yemas de los dedos, por ejemplo se encuentran cada 1 o 2 milímetros, cuando en la espalda están separados entre 30 y 70 milímetros.
Además existe la "velocidad de conducción" de las fibras de tacto fino (en las manos), que son mucho más rápidas que las de tacto grosero.
La mano nos lleva al origen del hombre, se puede "leer" el oficio de una persona a través de sus manos. Aristóteles llamaba a la mano "órgano de los órganos".
Existen dos experiencias al tocar: una de nivel básico que nos informa sobre el agrado o desagrado al tocar, y otra superior que es una evaluación cognitiva y afectiva, aquí además de los sistemas sensoriales y la corteza cerebral, participa el sistema límbico (ligado a las emociones), la memoria y las experiencias individuales. La conexión del sistema límbico (emociones) y el cognitivo (evocación de recuerdos), nos permite definir si "nos gusta o no" una textura, y por consiguiente, aceptarla o rechazarla. En la cultura occidental, se ha desarrollado lo "audio-visual", siendo preferente lo relacionado con estos sentidos: somos la cultura de MIRAR Y NO TOCAR.
EDUCACIÓN EMOCIONAL
En las últimas décadas, la escuela se ha planteado la educación emocional, intentando desarrollarla a la par de la racional, para poder interpretar, expresar y gestionar las emociones desde la infancia; pero aún es más importante el desarrollo de lo intelectual, focalizándose más en lo que sabe un alumno, que en lo que siente.
💖 S E N T I R 💖
El tema de las emociones, aún queda oculto en la escuela, como si no existiera; los sentimientos no pueden quedar en la puerta de la escuela, cuando se llega a ella... entran con el niño.
En este tiempo en que la escolarización se ha vuelto virtual y aún "desordenada", con más razón debemos gestionar las emociones de los niños por sobre lo racional. El poder del sentido táctil en el ámbito educativo, puede marcar nuestra vida, nos lleva a vincular con elementos emocionales.
Para finalizar, el sentido del tacto es tan primordial, que cuando hablamos de "tener tacto", nos estamos refiriendo a un agudo sentido de qué decir o hacer para mantener las buenas relaciones con los demás. Una persona con tacto, posee la habilidad para saber interpretar los pensamientos y sentimientos, es como si fuera capaz de leer las vida interior de otra persona... sabiendo además en qué momento intervenir en una situación y a qué distancia mantenerse.
Esto es INTELIGENCIA EMOCIONAL.
En estos catorce meses que llevamos de pandemia, 116 millones de niños llegarán a este mundo con una escasa estimulación táctil, que recibirán en el mejor de los casos de sus padres, mientras que abuelos, tíos, otros niños, no serán sus estímulos... tal vez sea el momento de preguntarnos como adultos, qué nos compete en la responsabilidad de educar emocionalmente a un niño, no solo desde lo racional.
Tal vez... el arte de leer acariciando un libro, no sea tan mala idea...
mariafernandagutierrez
BIBLIOGRAFÍA: "Relación entre procesos mentales y sentido háptico: emociones y recuerdos, mediante el análisis empírico de las texturas". Teresa Dezcallar Sáez - Universidad de Barcelona - Programa de Doctorado de Psicología del Aprendizaje Humano.
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